En el año 2013, luego de varios años de intento por crear una mora cuyas ramas no tengan espinas, los investigadores y científicos del Instituto Nacional Autónomo de Investigaciones Agropecuarias (INIAP), crearon una nueva variedad de mora, la Andi mora/2013. El ingeniero Aníbal Martínez, líder del equipo de fito mejoradores ecuatorianos, y el fruticultor Viterbo Salinas, hablan sobre las características de la Andimora/2013.

La mora de Castilla, variedad de mora que se cultiva en mayor número en Ecuador frente a otras variedades, representa un problema para quienes se dedican a la agricultura, debido a que efectuar la cosecha toma mucho tiempo por cuanto las ramas espinosas de esta fruta provocan que la recolección tarde y sea menos eficiente. En este escenario, “muchos campesinos se resistían a trabajar en esta clase de cultivo ya que lastimaba sus manos”, explica Martínez.

Frente a este problema, un grupo de fito mejoradores se dieron a la tarea de crear una mora sin espinas, ecuatoriana, que mantenga el dulce sabor de la serranía y que, a la vez, sea más productiva y resistente al clima de la zona.

Martínez, junto con el equipo de fito mejoradores, trabajó para crear una nueva variedad de mora que no tenga espinas, basando su investigación en otra variedad, una con pocas espinas que fue mezclada con los ejemplares más dulces y resistentes.

Para tales propósitos, Martínez explica cómo se llevó a cabo este reto: “Procedimos a sacar hijos de las plantas de forma vegetativa, hicimos esto durante cinco veces y, como no tenía espinas, hicimos el estudio de la fruta y vimos que tenía mejores características que la planta madre. Una de las ventajas de la nueva variedad frente a la planta original es que, por ejemplo, la mora de Castilla tiene de 11º a 12º grados Brix de forma natural, mientras que la Andimora, es decir, la nueva variedad, tiene de 12.6º a 13º grados en pulpa”.

Los grados Brix son una medida que se refiere al dulce de la fruta. Después de casi una década de investigación, los expertos consiguieron resolver el dilema de la cosecha al crear una planta sin espinas y contentar a los compradores que buscan un producto de buen sabor.

Los científicos e investigadores del INIAP concentrados en tratar este tema, probaron cerca de 200 combinaciones. Una tras otra, las nuevas plantas empezaban a cubrir las necesidades de los campesinos nacionales, hasta que, finalmente, en el año 2013, apareció la INIAP Andimora/2013.

Sobre esta nueva variedad de mora, Salinas expresa: “En esta mora yo veo futuro por el hecho de que no tiene espinas, lo cual va a facilitar mucho el trabajo de los agricultores para la cosecha, principalmente. Ahora, yo diría que el cultivo de mora es para un pequeño productor o un pequeño agricultor ya que esto le representa una entrada económica semanal”.

En julio del año 2013 iniciaron los trámites para el registro de la INIAP Andimora/2013. En el Instituto Ecuatoriano de la Propiedad Intelectual (IEPI) los creadores de esta variedad presentan una serie de requisitos para demostrar que la creación es propia, diferente a otras moras, que todas las plantas de Andimora son iguales, que reaccionan de la misma manera a los estímulos climáticos y de suelo. Hasta que esto ocurra, la Andimora continúa esperando obtener su registro. Entre tanto, la ley protege con un derecho provisional a sus creadores, es decir que si alguien quiere usar esta variedad mientras se legaliza el registro, debe pagar regalías. A través de este derecho, el solicitante cuenta con la facultad para iniciar acciones legales en caso de verse afectado.

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