Quito, 3 de octubre de 2016. Boletín No. 078

Cerca de 80 músicos, comunicadores y gestores culturales, formaron parte de un espacio de diálogo en la Casa de Música, donde intercambiaron experiencias sobre el uso, funcionamiento, retos y oportunidades del Derecho de Autor y la Gestión Colectiva en el ámbito musical del país, el pasado 29 septiembre.
El Conversatorio abierto sobre Derechos de Autor y Gestión en la Música, organizado por la editorial musical Flotar, contó con la participación de un panel de profesionales de varios sectores de música y expertos de propiedad intelectual del Instituto Ecuatoriano de la Propiedad Intelectual (IEPI). En este espacio se reflexionó sobre la participación de las sociedades de gestión en el desarrollo de la industria musical y la propuesta legislativa del Código Orgánico de la Economía Social de los Conocimientos, la Creatividad y la Innovación, conocido como Código Ingenios, que próximamente entrará a segundo debate en la Asamblea Nacional.
Para la directora nacional de Derechos de Autor y Derechos Conexos del IEPI, Karín Jaramillo, la asociatividad y la desprecarización en las relaciones contractuales de la tarea creativa, son fundamentales para el desarrollo de la industria musical; es por ello que el IEPI trabaja para reforzar y promover buenas prácticas y transparencia de las entidades que gestionan estos derechos: «Tienen que priorizarse los derechos de los artistas y autores, y esto se logra mediante el desempeño óptimo de las sociedades de gestión; no es sólo un tema de control por parte del Estado», afirmó Jaramillo.
Por su parte, el radiodifusor de EXA FM, Álvaro Rosero, habló sobre el mecanismo de retribución económica que las radios dan a los artistas según la programación y a través de las sociedades de gestión colectiva, recalcando la importancia del monitoreo de los medios para garantizar el pago a los artistas ecuatorianos que, actualmente, es un proceso que algunos consideran deficiente.
Según Juan Fernando Velasco, en general existe desconocimiento sobre los derechos de autor y las sociedades de gestión colectiva; el cantautor y productor afirmó que es importante construir los estamentos de retribución monetaria para que, de esa manera, se pueda desarrollar la industria musical: «Los músicos que participamos en la construcción del Código Ingenios, trabajamos sobre estos temas para que en la nueva legislación se le retribuya al creativo», acotó.
El Código Ingenios prevé rubros que corresponden a regalías base, con lo que se busca desprecarizar al sector: por ley y de no existir un contrato, se le reconocería un porcentaje a las personas autoras titulares, lo que impulsaría al sector sin cerrar la posibilidad de que las partes puedan pactar libremente, formalizando la relación.«A través del desarrollo de dichas relaciones es posible agilizar económicamente también a otros sectores vinculados y profesionalizar al sector para un manejo eficiente de sus relaciones, conducentes a la monetarización de los derechos», afirmó Jaramillo. En este sentido, el desarrollo tecnológico ha hecho que las sociedades de gestión a nivel mundial, se enfrenten con nuevos derroteros, por lo que es importante iniciar un proceso mancomunado, que permita el equilibrio de acciones en favor de los derechos de los artistas: «El Código Ingenios no solo obliga a las sociedades de gestión a rendir cuentas, sino también a capacitar a sus beneficiarios sobre su labor, fomentando la actividad creativa de los socios, a la vez que las prácticas inherentes al objeto social, deberán ajustarse a la realidad nacional”.
Por otra parte, «los músicos, al ser dueños de sus obras, deberían ser libres de exponer su obra en cualquier lugar», expresó el productor ecuatoriano independiente José Fabara, al referirse a las sociedades de gestión, con quienes se ha emprendido un proceso de retroalimentación basado en el monitoreo del uso de las obras que representan.
Además, durante el conversatorio, el IEPI subrayó la importancia de promover el empoderamiento en la labor creativa y en los procesos de asociatividad, para que se garantice un reparto justo de las ganancias de los músicos ecuatorianos y la participación equitativa en los procesos democráticos al interior de las sociedades, cuya gestión no es otra cosa que beneficiar al sector asociado que representan.
 

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